En un contexto de transformación geopolítica acelerada, la cuestión del Sahara marroquí se ha presentado como un ejemplo singular de cómo los conflictos complejos pueden convertirse en oportunidades para la estabilidad y el desarrollo.
Desde la ascensión del rey Mohammed VI al trono en 1999, la visión real ha seguido una estrategia bien definida, en la que la iniciativa de autonomía, presentada oficialmente en abril de 2007, se ha consolidado como la única y viable base para una solución definitiva al conflicto.
Esta visión, que combina realismo pragmático y diplomacia ética, ha logrado, a lo largo de más de 18 años, transformar el tema de un conflicto regional acérrimo a un modelo internacional de racionalidad y respeto mutuo.
El 31 de octubre de 2025, estas gestiones culminaron en una decisión histórica del Consejo de Seguridad de la ONU, que adoptó la autonomía bajo soberanía marroquí como «la solución óptima y única» para la negociación, reflejando la habilidad del liderazgo real en la construcción de confianza y alianzas.
Valores e Intereses
Lo distintivo de la visión real es su capacidad para conciliar el imperativo nacional con los compromisos internacionales, presentando la autonomía no solo como una solución técnica, sino como una expresión de legitimidad histórica respaldada por prácticas tangibles.
Bajo las directrices reales, Marruecos se dirige al mundo no solo desde la fortaleza, sino desde el principio de la legitimidad y la racionalidad política. Este enfoque ha convertido a la diplomacia marroquí en una palanca ética, que une claridad en el discurso con coherencia en la práctica, logrando respeto a nivel global.
Durante 26 años, el Sahara ha pasado de ser una región en disputa a un horizonte estratégico para la apertura africana y atlántica, posicionando a Marruecos como un actor consultado en asuntos internacionales, en lugar de ser un blanco.
Construcción de Confianza: Desarrollo como Base Real para la Autonomía
El éxito de transformar la autonomía en una realidad tangible en el Sahara se basa en masivas inversiones en infraestructura, educación, salud y energía renovable. Estos esfuerzos han demostrado que la iniciativa no es solo una propuesta política, sino un modelo de desarrollo integral que garantiza los derechos de los habitantes del Sahara y promueve la estabilidad regional, especialmente ante las amenazas de seguridad en el Sahel africano.
Inversiones Tangibles: Se han lanzado grandes proyectos como el puerto de Dajla Atlántico y plantas de energía solar en la región, creando miles de empleos y atrayendo inversiones extranjeras. Este enfoque ha llevado a las grandes potencias a ver la autonomía como un interés común, contribuyendo en la lucha contra el terrorismo y el extremismo.
Impacto Internacional: Estas gestiones han convencido a Estados Unidos de que Marruecos es un socio estratégico confiable, allanando el camino para el reconocimiento estadounidense de la soberanía marroquí en 2020, y continuando el apoyo a resoluciones posteriores de la ONU, incluido un proyecto de resolución en octubre de 2025 que Washington presentó como «la solución más viable» al conflicto de 50 años.
De este modo, la autonomía se ha transformado en una herramienta de construcción, en lugar de un debate teórico, consolidando su legitimidad como única base para la solución.
Diplomacia Ética: Diálogo como Palanca de Persuasión
El rey Mohammed VI ha fundamentado su diplomacia ética, centrando los derechos y los intereses comunes en el diálogo, convirtiendo desafíos en oportunidades para la asociación. Este enfoque ha incluido visitas oficiales, encuentros con líderes mundiales y discursos que reafirman la continuidad en la construcción de alianzas.
Con Estados Unidos: En su discurso tras la decisión de la ONU de 2025, el rey agradeció explícitamente al presidente Donald Trump por su rol en el asunto, evidenciando la asociación entre Estados Unidos y Marruecos.
Actualización Continua: En su reciente discurso, el rey manifestó su intención de actualizar la iniciativa de autonomía para hacerla más detallada, invitando a Argelia a un diálogo directo “sin ganadores ni perdedores”, reforzando la convicción de que Marruecos está comprometido con una solución pacífica.
Esta nueva diplomacia soberana, que combina legitimidad histórica y realismo pragmático, ha hecho que la autonomía sea moralmente aceptable, presentándola como una solución que abarca tanto la soberanía como los derechos locales.
Alianzas Estratégicas: Desde el Acuerdo Tripartito hasta el Apoyo Europeo
El éxito ha estado respaldado por una serie de acuerdos diplomáticos que han vinculado la cuestión del Sahara a intereses internacionales más amplios, aumentando la presión internacional para adoptar la autonomía como única base.
| Acuerdo | Fecha Principal | Detalles Principales | Impacto en la Cuestión del Sahara |
|---|---|---|---|
| Acuerdo Tripartito (EE. UU. – Marruecos – Israel) | 10 de diciembre 2020 | Normalización de relaciones marroquíes-israelíes a cambio de reconocimiento estadounidense de la soberanía marroquí sobre el Sahara, con inversiones de 3 mil millones de dólares en las regiones del sur. | Vinculó el tema a los «Acuerdos de Abraham», convirtiéndolo en parte de la paz regional y apoyando decisiones posteriores de la ONU. |
| Acuerdo con España | marzo 2022 | Apoyo de España a la iniciativa de autonomía como “la base más seria”, junto a acuerdos en energía y seguridad tras la crisis migratoria de 2021. | Transformación de España, como potencia colonial anterior, en un importante aliado europeo, fortaleciendo la estabilidad en el norte de África. |
| Acuerdo con Francia | julio 2024 | Reconocimiento francés de la soberanía marroquí sobre “sus territorios del sur”, con apoyo a la autonomía como “única base”, y asociaciones en energía renovable. | Culminación de la asociación histórica, con inversiones francesas en el Sahara, que contribuyeron al fuerte apoyo francés a la resolución de la ONU en 2025. |
Estos acuerdos han formado una cadena continua: iniciando con el acuerdo tripartito como detonante, seguido del respaldo de España como vecino del norte, y luego el reconocimiento de Francia como potencia europea principal junto a Gran Bretaña. Adicionalmente, el regreso de Marruecos a la Unión Africana en 2017 ha reforzado el apoyo africano de más de 30 países, mientras que los países del Golfo, como Emiratos y Arabia Saudita, se han convertido en socios en el desarrollo del Sahara, lo que resultó en el apoyo de 11 miembros del Consejo de Seguridad a la iniciativa marroquí en 2025.
Apertura Regional y Rol Internacional: Del Conflicto al Modelo
El rey ha posicionado el Sahara como un «horizonte estratégico» para la apertura africana, reforzando el papel de Marruecos en foros internacionales como la ONU y la Liga Árabe. Este expansivo enfoque ha cosechado el apoyo de más de 100 países, incluyendo miembros de la Unión Europea, haciendo que las grandes potencias sientan la necesidad de respaldar a Marruecos para equilibrar la geopolítica en el norte de África.
La consecuencia fue la decisión del Consejo de Seguridad el 31 de octubre de 2025, que adoptó la autonomía como única base para la negociación, reconociendo la “nueva dinámica” que ha generado la visión real.



