El representante de la fiscalía en Tánger afirmó que las manifestaciones de la generación Z, desde su inicio el 27 de septiembre pasado, han sido pacíficas, a pesar de la intervención policial ante llamados anónimos a protestar, que fueron aprovechados por un grupo reducido para cometer actos de violencia el 1 de octubre.
Durante el juicio de los alborotadores de Larache, el representante de la fiscalía indicó que las demandas de salud, empleo y educación son legítimas para todos los pueblos, subrayando que las manifestaciones de la generación Z que plantearon estos reclamos fueron pacíficas y que la policía acompañó estas acciones conforme a la ley.
Sin embargo, el representante mencionó que un grupo de personas, denominado «raza», aprovechó la situación para causar disturbios, atacando a las fuerzas de seguridad y dañando bienes públicos y privados.
Ante las negaciones de los detenidos sobre su implicación y las acusaciones de la policía por falsificación de pruebas, el representante de la fiscalía aclaró que las autoridades han detenido a varias personas desde el 27 de septiembre. Tras verificar su identidad, fueron liberadas sin cargos, lo cual no aplica a los alborotadores, ya que todos ellos fueron arrestados en flagrante delito por lanzar piedras o causar daños.
El representante indicó que la policía actuó de acuerdo con la ley y bajo regulaciones, asegurando que no se ha encarcelado a ninguna persona inocente ni se le han imputado cargos falsos.
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