La Organización Mundial de Meteorología ha afirmado que el mundo tendrá que adaptarse a temperaturas elevadas y olas de calor intensas, especialmente ahora que diversas regiones de Europa experimentan temperaturas inusualmente altas al inicio del verano.
Según este organismo de la ONU, es previsible que en el futuro se registren más frecuentemente temperaturas extremas y olas de calor, debido al cambio climático provocado por la actividad humana.
Claire Nullis, portavoz de la organización, destacó que julio ha sido tradicionalmente el mes más caluroso en el hemisferio norte. Aunque el registro de olas de calor temprano en la temporada estival es inusual, no es algo sin precedentes.
Durante una conferencia de prensa en Ginebra, Nullis se refirió a las altas temperaturas como un «asesino silencioso», dado que las estadísticas oficiales no reflejan de manera completa la cantidad de muertes atribuidas al calor, a diferencia de fenómenos climáticos como los huracanes. Afirmó que «cada muerte relacionada con el calor es evitable; contamos con el conocimiento y las herramientas necesarias para salvar vidas».
Por otro lado, Nullis explicó que la ola de calor en Europa es resultado de un sistema de alta presión que atrapa el aire caliente proveniente del norte de África. Un factor clave en esta ola de calor son las temperaturas excepcionales de la superficie del mar en el Mediterráneo.
La portavoz indicó que esta situación «equivale a una ola de calor terrestre», añadiendo que el Mediterráneo está experimentando actualmente una fuerte ola de calor marítimo, lo cual contribuye a las temperaturas extremas en las áreas terrestres.
La Organización Mundial de Meteorología también enfatizó la importancia de las alertas tempranas y de tener planes de acción coordinados para proteger la salud pública. A raíz del cambio climático provocado por el ser humano, las temperaturas extremas son ahora más frecuentes y severas, y es un desafío que debemos aprender a enfrentar.
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