Fallida Manifestación de Jovenes en Tánger
A pesar de los intentos por revitalizar las protestas convirtiéndolas en eventos semanales y abandonando las movilizaciones diarias, el grupo conocido como Generación Z no logró organizar una manifestación masiva en Tánger el sábado 18 de octubre.
Las protestas de este sábado, que se llevaron a cabo en la zona de Sidi Mohamed El Malik y contaron con la participación de decenas de personas, evidencian el declive de este grupo en la ciudad, siendo reemplazado por el “Club de Jóvenes Progresistas”, liderado por el movimiento Attac, que se opone a la globalización capitalista.
La mayoría de los participantes en la manifestación fueron organizados por el «club», el cual emitió un comunicado titulado “Volvemos a la Calle” pocas horas antes del evento.
El club afirmó que “el movimiento ha logrado organizarse y establecer diversas formas de protesta, ya sean concentraciones o marchas, de manera consciente y responsable, enfocándose en las demandas fundamentales que dieron origen a este movimiento”.
Además, declaró: “Este movimiento y nosotros, los activistas del Club de Jóvenes Progresistas, continuamos nuestro papel en la organización y coordinación dentro de estas protestas, basándonos en lo que señalamos en nuestro primer comunicado sobre la coherencia entre las demandas, los lemas y las formas de lucha del movimiento juvenil de protesta, así como en nuestra experiencia acumulada a lo largo de más de dos décadas en Tánger, caracterizada por la prioridad de las demandas sociales y económicas de nuestra clase trabajadora oprimida, en un proceso de lucha por el cambio, adoptando un enfoque de resistencia que se basa en la calle como medio para equilibrar fuerzas a favor de los tiranos, explotadores y corruptos, para exigir la atención a las demandas populares”.
Impacto en las Protestas
El club mencionó varios factores que contribuyeron a la disminución de las protestas, entre ellos lo que describió como “coberturas malintencionadas que desvían el debate de su esencia real, convirtiendo el tema central en la cobertura mediática en la destrucción de bienes públicos y privados, denunciándolo y acusando a los jóvenes manifestantes, exagerando la necesidad de represión y justificando sus acciones, todo ello bajo el pretexto de la defensa del país. Esto busca influir en los jóvenes y reducir su participación en las formas de protesta, asociándolas con la destrucción y el desorden”.
Asimismo, el club apuntó que un segundo golpe a las manifestaciones provino de la difusión de “imágenes de intervenciones represivas violentas contra los manifestantes, con el objetivo de infundir miedo y terror psicológico entre la juventud marroquí, para disuudirles de participar en las protestas”.
El club también acusó de haber infiltrado “elementos pagados dentro de las concentraciones juveniles, tanto en el terreno como en plataformas de redes sociales como Discord, con el propósito de sembrar discordia y división, exagerando todos los factores que puedan contribuir a ello y cuestionando a los militantes principistas, especialmente a aquellos que desempeñan un papel positivo en la unidad y organización, facilitando así la desarticulación del movimiento o llevándolo hacia vías que beneficien al poder”.
Por último, el mismo grupo acusó a los medios de comunicación de “incitar a la juventud en contra de sí mismos, mediante noticias falsas sobre ‘la retirada de corrientes o individuos’ o ‘conflictos y divisiones internas’, centrándose en las diferencias ideológicas y teóricas como justificación para dividir el movimiento juvenil y fragmentarlo”.



