Maersk detiene el atraque de sus buques en el puerto de Haifa

Maersk suspende operaciones en el puerto de Haifa debido a tensiones militares entre Israel e Irán

La empresa Maersk, líder mundial en el transporte de contenedores, anunció el 20 de junio de 2025 la suspensión temporal de la llegada de barcos al puerto de Haifa, Israel. Esta decisión se produce en medio de un aumento de las tensiones militares entre Israel e Irán, que ya lleva una semana.

El anuncio responde a un análisis detallado de los riesgos de seguridad derivados del conflicto. Haifa, que alberga un puerto estratégico, una refinería de petróleo y una base naval, fue blanco de bombardeos iraníes la semana pasada.

La decisión de Maersk se fundamenta en una evaluación del escenario de guerra que comenzó el 13 de junio de 2025, cuando Israel lanzó ataques aéreos sobre instalaciones nucleares y militares en Irán. En respuesta, Irán realizó ataques con misiles dirigidos a diferentes localidades israelíes, incluyendo Haifa, lo que ocasionó daños materiales.

Aunque Maersk ha aclarado que la suspensión es temporal y no afectará otras operaciones en la región, este paso refleja un aumento de la precaución ante los recientes bombardeos sobre Haifa, el mayor puerto comercial de Israel.

El puerto de Haifa es crucial para el comercio israelí, gestionando una gran proporción de las importaciones y exportaciones del país. Pese a que no ha sufrido daños directos hasta el 15 de junio, la situación ha generado incertidumbre sobre el funcionamiento de las operaciones marítimas. El conflicto ha resultado en importantes daños materiales y humanos, con informes que indican la destrucción de un tercio de las plataformas de lanzamiento de misiles iraníes y daños en varias ciudades israelíes.

La interrupción de las operaciones de Maersk en Haifa podría desestabilizar cadenas de suministro regionales y globales. Con solo tres puertos comerciales principales en Israel, el cierre de Haifa obligaría a muchas empresas a redirigir sus envíos a otras instalaciones, como el puerto de Ashdod, lo que aumentaría costos logísticos y de transporte, especialmente en un contexto de alzas en los precios del petróleo.

A nivel internacional, puertos en países cercanos, como Chipre o Turquía, podrían beneficiarse de esta reorientación de tráfico marítimo, pero también asumirían el riesgo de congestión y retrasos. Las tensiones continuas representan una amenaza para las rutas marítimas, especialmente con las advertencias de Irán sobre el posible cierre del estrecho de Ormuz, esencial para el comercio del petróleo.

La guerra entre Israel e Irán ha estado marcada por ataques y bombardeos recíprocos desde el 13 de junio, con ambos países sufriendo graves pérdidas. La comunidad internacional, incluidos Estados Unidos y varias naciones europeas, ha expresado su preocupación sobre la escalada, subrayando la necesidad de un diálogo y la posibilidad de un conflicto regional más amplio, que podría tener repercusiones significativas en los mercados económicos, especialmente en el sector energético.

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